Los chicos de RockStar San Diego vuelven pegando fuerte, y esta vez no es con una nueva entrega de Grand Theft Auto, sino con un puro Western Americano. Red Dead Redemption es uno de los mejores juegos de la temporada, puntuado por la mayoría de revistas con una nota sobresaliente. Y lo merece. Llevaba días con el juego metido en la cabeza y hoy por fin he jugado las primeras horas.
El juego se centra en la última época del Oeste. Un escenario donde conviven y contrastan aspectos ya modernos (como los primeros coches o la luz eléctrica) que empezaban a estar presentes en las ciudades americanas del 1900 con la yerma estepa donde todavía se respiraba el espíritu del western Salvaje. Así, lejos de caer en todos los tópicos (que los hay) presenta una ambientación muy original, pocas veces vista en las películas de vaqueros. Al estilo de Grand Theft, el juego busca sumergir al jugador en un escenario gigantesco, dándole plena libertad de exploración y movimientos.
Controlaremos al bandido John Marston, un forajido que abandonó su época de delincuencia en busca de una vida mejor. Pero su pasado le persigue, y tiene que ajustar cuentas con los que en otro momento fueron sus hermanos de banda. Pronto aprenderemos a montar, a desenfundar lo más rápido posible y a lanzar el lazo a los bichejos que nos encontremos. Seguiremos una trama principal, más o menos ordenada pero con posibilidad de hacer saltos y romper este orden, pero muy pronto nos distraeremos con la gran cantidad de misiones secundarias que hacen más inmersivo el juego. Aquí hay que cabalgar y cabalgar, y montar campamentos nocturnos, rescatar a viejos embaucadores y devolver las reses al rancho, hay que apostar a casi cualquier juego que se os ocurra y batirse en duelo con los chulillos de cada pueblos. Hay que hacerse el heroe o el canalla, según elijas. Y convertirse en pistolero.
Llevo pocas horas de juego, pero ya puedo decir que es una aventura muy prometedora. Tiene muy buena calidad argumental y una banda sonora que bien podría ser heredera de las piezas de Ennio Morricone (con sus silbidos, sus gritos apaches y sus tambores). En Red Dead Redemption todo está vivo y puesto en su lugar para te sientas en la piel de John Marston.
De momento me quedo con una escena de tormenta. Todas las reses desbocadas, huyendo hacia el acantilado. Y tú, espoleando el caballo, cabalgando con todas tus fuerzas mientras caen rayos a tu alrededor. Ese momento ha sido espectacular. Me recordó a una escena parecida de la película de Australia.
A los curiosos os dejo un video de esta maravilla: